viernes, 31 de octubre de 2008

Hoy he vuelto a conectarme, como el resto de días, con la esperanza de que él necesite saber de mi y aparezca en el chat.. Pero no lo va a hacer. Le dije adiós y él ha encontrado la forma perfecta de protegerse de mi, alejándose sin dejar resquicio alguno.

Ojalá tuviera yo la fuerza para hacer lo mismo, pero no la tengo. Imagino que seguiré abriendo gtalk y messenger esperando ver el indicador en verde que me avisa de que está conectado, al otro lado, tan lejos de mi para tan cerca al mismo tiempo..

Creo que una de las cosas que más difícil me resulta es esta, soportar que sea él quien al final haya tenido el coraje de cortar de raíz y desaparecer sin dejar rasto. Fui tan ingenua, pensando que sería capaz de verle conectado de vez en cuando y mantenerme al margen!

Cuando me di cuenta de que, con toda probabilidad me había bloqueado en su lista de contactos me sentí enfadada, y tan dolida. ¿Cómo se permitía ser él quién me evitara??? Debía ser al contrario! Debía ser yo la que decidiera no aparecer, tal y como le había pedido que me dejara hacer.. Pero está claro que él ha optado por la decisión fácil. Si no me ve, no existo. Si no me ve, será más fácil olvidarme.

Me dijiste que tú también me echarías de menos, que te faltaría.. Pero sin embargo has encontrado el valor de cortar por lo sano, cosa que yo no he sido capaz de hacer por ahora.

Pienso a menudo en lo que te diré cuando vaya de nuevo a tu encuentro. Le doy vueltas en mi cabeza, y pienso en la venganza saliendo de mis labios de una forma sutil, mientras te digo: "me sentí débil y al final volví a buscarte tras varias semanas, pero por fortuna, tú habías decidido apartarte también de mi y eso me ayudó a seguir adelante. Si hubieras estado allí, si te hubiera encontrado tal vez no habría tenido la fuerza para alejarme de ti. Gracias."

Me deleito secretamente con esta idea, pensando en el dolor que puede causarte saber que gracias a tu actitud he sido capaz de apartarme finalmente de ti. En el fondo creo que deseo que te sientas culpable por dejarme ir. Ni más, ni menos.

Hoy es viernes y me siento tan cansada.. Hace ya dos meses que comencé a alejarme de ti, aunque hayan sido menos los días desde que te dijera adiós. Creo que el duelo comenzó ya entonces, o incluso antes, cuando decidí que no podía seguir viviendo así, antes del verano.

Ahora trato de seguir con mi vida y mi rutina en tu ausencia, y me pregunto si seré capaz de dejar de pensar en ti alguna vez. Me pregunto también si seré capaz de recuperar lo que una vez tuve con mi pareja. Me pregunto si seré capaz de volver a mirarle y desearle como te he deseado a ti durante estos años.

¿Qué complicado, verdad? He estado todo este tiempo pensando en ti, mientras tenía a mi lado a una persona que me ama profundamente, y a la que yo también quiero y respeto. Una persona que me cuida, que me desea y que me ha dado cientos de cosas por las que estar agradecida, pero a la que hace ya tiempo siento más como amigo que como hombre. ..

Ultimamente estoy leyendo mucho, tratando de comprender el porqué de mi lucha interna, de mi ceguera sobre ti y de mis decisiones, tan a menudo equivocadas. Ahora mismo estoy terminando un libro que me está gustando mucho, y que me está ayudando a comprender mejor mi realidad como mujer, y las diferencias que existen entre la mente femenina y masculina. Creo que debería ser un libro de lectura obligada tanto para mujeres como para hombres. Se llama "El cerebro femenino".

Para todo aquel o aquella que esté pasando o haya pasado por una relación destructiva puedo aconsejar un libro que resulta también sencillo, interesante y ameno: "Amores altamente peligrosos".

A lo largo de sus páginas se repasan diversos prototipos de relación basados en estilos de personalidad "altamente tóxicos" y dañinos para nosotros.

Yo he visto reflejada mi historia en algunas de sus páginas.

Mi siguiente elección, aconsejada por una colega terapeuta (psicóloga, como yo), va a ser la de "Corazones inteligentes". Ya veremos que tal..

Ahora mismo ando también leyendo otros libros, aunque voy despacio porque me siento estresada y agotada, físicamente y emocionalmente. Trato de descansar todo lo que puedo, aunque hace ya mucho tiempo que duermo mal -casi dos años, qué putada!-, y he comenzado de nuevo a practicar ejercício (natación, y en estos días espero comenzar con el yoga, el aerobox y la danza del vientre!). Quiero moverme, quiero que mi mente se mantenga ocupada, y que mi cuerpo libere endorfinas por un tubo que me ayuden a sentirme bien!

Joder, qué putada esto de que seamos tan masocas y nos enganchemos de personas que sabemos que siempre nos harán sufrir, incluso aunque nos quieran, verdad?

Yo me he propuesto mantenerme alejada de él durante al menos tres meses. Siempre y cuando sea capaz de controlar lo que siento por él, claro. De ahí el título -espero que temporal- de mi blog. Me he propuesto el reto de volver a él, de mirarle alos ojos y ser capaz de no sentir nada.

¿Seré capaz de hacerlo sin volver a caer? Hagan sus apuestas!

Espero que estas páginas me sirvan para plasmar por escrito muchas cosas -sobre mi vida, mi trabajo, mis relaciones, mis planteamientos vitales (a veces tan poco convencionales).. O incluso para reflejar mis deseos o compartir alguno de esos relatos eróticos que tengo a medio escribir.

¡Hay tantas cosas sobre las que me gustaría hablar, y que debo revisar conmigo misma! Aunque nadie más comparta conmigo este blog, creo que me será de ayuda para liberar emociones, sentimientos, alegrías y malos ratos.

Hoy toca gritar antes de irme con verdadero cabreo, toca decirte en voz alta, a pleno pulmón, que te odio.. Que te odio con la misma intensidad con la que me importas, que te odio por no haber luchado por mi, que te odio por ser un cobarde y por no sentir por mi algo lo suficientemente fuerte.

¡Maldita sea, te odioo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

..En realidad creo que me odio a mi misma por haber sido tan idiota.

Mañana será otro día, con nuevos pensamientos, seguro que positivos...

jueves, 30 de octubre de 2008

¿Por donde empiezo?

Creo que este es el comienzo de una larga historia..

Hace tiempo que trato de sacar de mi mente y de mi corazón una serie de sentimientos que se habían apoderado de mi raciocinio y que controlaban la mayoría de las pequeñas y grandes decisiones de mi vida.

Mi historia comienza un veinte de marzo de 2001.. ¡Cómo pasa el tiempo! Aunque en realidad, y a raiz de los descubrimientos que sobre mi misma estoy haciendo en estas últimas semanas debería pensar que mi historia comenzó en el momento de mi nacimiento. Poco a poco iré desgranando todas esas cosas que me han hecho convertirme en la mujer que soy, con mis días malos y mis días buenos, con mis elecciones buenas y mis elecciones pésimas.

Recuerdo con vividez el viaje en avión hasta Italia, país que sería mi residencia durante seis meses, y mi llegada a Roma, ciudad que me moría por conocer desde que era niña.

Nunca podré olvidar el recorrido en coche guiada por las afueras de una ciudad que, en aquel momento, ya de noche, me pareció triste y oscura, ni la primera impresión al abrirse la puerta del apartamento en el que debía vivir..

Nunca olvidaré la imagen de aquella mujer rubia y menuda de rostro acogedor y afectuoso, en contraste con su pareja, un altísimo hombre africano, de piel negra como el ébano y sonrisa enorme.

Al abrirse aquella puerta encontré un segundo hogar, un lugar en el que sentirme bienvenida y apreciada desde el principio.

Esos seis meses fueron para mi un período de descubrimiento en todos los sentidos; conocer un idioma que tanto me gusta, una ciudad llena de rincones por conocer, un país extraordinario, gente que siempre ocupará un lugar en mi corazón.. Y por supuesto, conocerme a mi misma. No recuerdo otro momento de mi vida en el que haya podido sentir que cada momento del día era un aprendizaje, y que cada rato a solas conmigo misma era un momento de crecimiento.

Con aquella experiencia llegaron muchas cosas, cosas sobre las que iré hablando poco a poco.. No es mi intención hacer una relación cronológica de acontecimientos, aunque en ocasiones pueda suceder así, sino reflexionar sobre mi historia, y sobre las razones que me han llevado a a desear a una persona de una forma que me ha estado dañando, y que me sigue dañando.

¿Es posible sentirse atraido por una persona, tratar de convertirle en tu mejor amigo y no volverte loco en el intento?

Ahora estoy en proceso de "desintoxicación", y sigo pasándolo mal. Pasé de ser una mujer vital, alegre, luchadora y llena de proyectos a una niña (así me sentía, como una adolescente enamorada.. O mejor dicho, como una adolescente que cree estar enamorada!) ansiosa y frágil que buscaba en otra persona una razón para justificar su cotidianeidad y su rutina.

Y lo peor de todo es la elección tan desacertada que hice.. ¿Por qué tuve que conocerle, por qué tuve que mirarle a los ojos y sentir que aquel niño desvalido necesitaba de mi ayuda? ¿Os suena el rollo de la personalidad "cuidadora"?

Pues en eso me convertí yo, en una cuidador-salvadora que pretendía convertir en seguro, independiente y libre a un hombre que vive atado por su pasado y por su presente, de los que probablemente no sea capaz de liberarse.

Durante siete largos años he luchado por convertirle en mi mejor amigo, por entrar de lleno en su corazón y ocupar un espacio vital en su vida. Durante siete años me he engañado a mi misma, convenciéndome de que eso me bastaría, y de que sería capaz de mirar esa cara que me vuelve loca y controlar el deseo de hacerle el amor durante el resto de mi vida.

Para mi desgracia, tengo que admitir que es una persona muy inteligente, con un magnetismo natural del que no es consciente (aunque lo intuye), y una mirada profunda y oscura que puede engancharte y no volver a dejarte ir. Además, tenemos tantas cosas en común..

Pero al mismo tiempo es una persona introvertida y torturada, llena de dolor por su pasado, frágil y desconfiada con las personas, dispuesta a controlar siempre su vida y a cerrarse y proteger su corazón ante la mínima alarma. Para él yo he sido un soplo de aire fresco, una mujer afectuosa, abierta y divertida.. Problablemente la única persona que ha sido capaz de esperar y de luchar tanto por él. Pero al mismo tiempo soy lo bastante independiente, segura e impulsiva como para hacerle temer una relación conmigo.

Hace ahora 34 días decidí despedirme de él. No de forma definitiva (aunque quién sabe si llegaré a superar esto y a encontrar energía para volver a enfrentarme a él), pero si radical. Hace 34 días hice algo que no creí ser capaz de hacer nunca: apartarme de una persona a la que deseo muchísimo, de la que dependía, y a la que yo misma había convertido en un motor en mi existencia.. Ahora estoy atravesando mi proceso de duelo, cerrando etapas, próxima a dejar atrás la tristeza y convertir a S. en un recuerdo lejano.

Resulta asombroso darse cuenta de que en poco tiempo podemos ser capaces de olvidar el rostro de una persona con la que soñábamos a diario si encontramos la fuerza para hacerlo. Y tampoco puedo presumir de estar comportándome como una mujer fuerte y decidida, porque en el fondo sigo anhelando volver a verle pronto, volver a hablar con él, mirar sus fotografías. Solo que ese anhelo se va haciendo cada vez más débil, y mi tristeza se va volviendo cada vez menos intensa..

¿Seré capaz de volver a encontrarme con él y construir una verdadera amistad? ¿O volveré a engañarme a mi misma, y a preguntarme si acabará encontrando el valor para hacerme el amor algún día sin que ninguno de los dos espera nada más del otro?

La verdad es que se trata de una historia bastante compleja. Diría que puede titularse "historia de una obsesión". La obsesión por conseguir el amor de un hombre inaccesible, que me quiere y me teme por lo que él es y por lo que yo soy, pero que vive con temor de entregarse sin reservas.. Siempre he pensado que él necesitaría estar junto a una mujer bonita, sencilla y con un carácter dulce y manipulable que le permita sentirse a salvo. Yo soy demasiado independiente y fuerte para no constituir una amenaza para él.

Por eso ha sido siempre más fácil tenerme como amiga y mantener la distancia, al tiempo que jugábamos a un juego que, al parecer, me hacía mucho más daño a mi. Nunca he tenido el grado de intimidad que tenía con él con ningún otro hombre que no haya sido mi pareja. Me costará olvidar sus caricias en mi pelo y en mi rostro al verme sufrir, su ternura al sostener mi mano y acariciarme mientras permaneciamos juntos, tumbados en la cama. Una distancia tan corta entre su boca y la mia que hacía daño.. Tantos silencios, tantas miradas y juegos que me decían una cosa, y que sin embargo se cerraron de golpe con tu cobardía, con un "me he sentido atraido por en ocasiones, pero no consigo verte más que como una amiga".

Y una despedida hasta la próxima parada en el camino. Un momento para decir que te quiero, y para escuchar por primera vez, justo antes de abandonarte, que tú también me quieres.. Pero no lo suficiente como para luchar por la mujer que hay en mi, ¿verdad?

Yo no puedo más, tengo que superar este absurdo sentimiento que me ata a ti.. Non c´è la faccio più, devo superare questo assordo sentimento que provo per te!

Comunque,

Mi chiedo se starai bene.. Me pregunto si estarás bien...

Ti voglio bene.

Buona notte