Tú no eres quién yo necesito que seas.
Tú no eres el que fuiste.
Tú no eres como a mi me conviene.
Tú no eres como yo quiero.
Tú eres como eres.
Aceptar eso es respetarte y no pedirte que cambies.
J. Bucay
domingo, 9 de mayo de 2010
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10 comentarios:
Así es.
No sé cómo la mayoría caemos o hemos caído en que el otro cambie algo...en ese momento dejamos de admirar ese puntito de diferente que no es como nosotros esperábamos que fuera... y pasamos a nuestro patrón fijo y cerrado. Toda una lección.
besito
Y si no, pues deshazte de ese tú y consíguete otro!
Será por tús en el mundo...
Un abrazo!!
Lo malo es tener otro tú y no saber deshacerse del primero.
An, abrazos también. De oso pardo.
Prrufprufff... Q, ¿deshacerse? Suena a peli de Hitchcock...
Muak!
PD. En todo caso, uno se deshace de las personas que le han herido sin miramientos, no de los afectos caducados... ¿no?
Muchos psicólogos (yo no lo tengo claro)dicen que deseamos cambiar en el otro lo que querríamos cambiar en nosotros y no somos capaces... En fin. Quizá el problema se hace más grande cuando pasamos a ese patrón "fijo y cerrado" con alguien, definitivamente, poco idóneo para nosotros...
Un besote, Mary!!
Jajaja! Qué práctica eres siempre, Sere!! Préstame un poco, a ver si dejo de hacer el tonto por la vida... :-)
Muaaak!!! Otro para ti!
Muy bueno, Q! Pero, y tener y querer a tu primer "tú", querer también a un segundo "tú", no poder desahacerte del segundo "tú" ni quedarte en paz con el primero?
Jajaja! Esto parece un trabalenguas... Otro abrazo (de osa, pa´ser más exactos!) para ti!!
Los afectos caducados, las personas que nos han herido... Pero hay tantas otras categorías intermedias! Aimsss...
Más besitos!!!
Vaaaaaaaaaale, deshacerse no era la palabra.
Bss,
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