Hoy estaba buscando material sobre ahorro energético y me he topado con una de esas listas que nos recuerdan las pequeñas cosas que podemos hacer cotidianamente para apoyar la conservación de nuestro planeta.
En la mayoría de los casos son tan solo pequeñas variaciones en nuestros hábitos de consumo que pueden convertirse en pequeños grandes gestos a la hora de frenar el cambio climático.
Iré dejando por aquí cuando pueda algunas de las pequeñas cosas que intento hacer cotidianamente y que no están en este listado.
¿Alguien se apunta a comprometerse con uno a varios de estos consejos,o a compartir por aquí otras ideas? Se aceptan propuestas!!!!
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Reducir la potencia de la calefacción: si bajamos la temperatura de nuestra calefacción sólo 1°C, podemos conseguir un ahorro energético de entre un 5 y un 10% y evitar 300kg de emisiones de CO2 por hogar y año. Unos 20°C-24ºC bastan para tener una temperatura acogedora en nuestro hogar.
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Programar el termostato: para que se desconecte cuando no estamos en casa o mantener una temperatura agradable cuando volvemos. De esta forma podemos tener un ahorro entre un 7 y un 15% de energía.
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Cambiar las ventanas por unas de doble acristalamiento: esta medida requiere de una inversión inicial, pero la amortizaremos a largo plazo, porque se reduce a la mitad la energía que se pierde por las ventanas que no están debidamente aisladas.
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Un buen sistema de aislamiento: una manera efectiva para reducir emisiones de CO2 y ahorro energético a largo plazo. Consiste en el adecuado aislamiento de paredes, tejado, suelo, aislamiento de los depósitos de agua caliente, de las tuberías de la calefacción central, etc.
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Mantener el calor en casa: para ventilar la casa abrir las ventanas solo unos minutos, para conservar el calor que tenemos en la vivienda.
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Mover el frigorífico y el congelador: apartarlos si están cerca de los fuegos o de la caldera, porque consumen mucha más energía que si están más apartados.
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Descongela el frigorífico y el congelador periódicamente: de esta forma conseguirás también un gran ahorro energético.
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Reemplaza tus electrodomésticos por los de Grado A en la etiqueta de eficiencia energética: merece la pena reemplazar los antiguos electrodomésticos por unos nuevos más eficientes y que consuman menos energía, a la larga veremos el ahorro energético en las facturas.
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No poner el frigorífico al máximo: porque además de consumir más energía, los alimentos se nos pueden estropear al congelarse.
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Dejar que los alimentos se enfríen antes de meterlos en el frigorífico: no meterlos calientes o templados porque necesita más energía para enfriarlos.
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Comprobar la temperatura del agua caliente: no es necesario que la temperatura esté por encima de 60°C.
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Apaga las luces cuando no las necesites: si apagamos 5 luces en pasillos y habitaciones de la casa cuando no se necesitan puede suponer además del ahorro energético, un ahorro de 60€ al año y evitar unas emisiones de 400 kg de CO2 anuales.
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Usar bombillas de bajo consumo: duran 10 veces más que las bombillas convencionales y una sola bombilla puede reducir hasta 60 € anuales los gastos de luz.
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No usar el modo stand-by de los aparatos eléctricos: apagar completamente los aparatos cuando nos los estemos usando porque siguen consumiendo energía. Un televisor en modo stand-by 21 horas al día, consumirá aproximadamente el 40% de la energía en el modo stand-by.
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Desenchufa el cargador del móvil: sigue consumiendo electricidad si lo dejamos enchufado.
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Modera el uso del aire acondicionado: usa el aire acondicionado moderadamente y busca modelos eficientes. Los aparatos de aire acondicionado consumen mucha energía, puedes mantener el frío con un ventilador consiguiendo un gran ahorro energético.
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Utiliza energía verde: es la energía a partir de fuentes renovables.
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Usar la lavadora o lavaplatos sólo cuando estén llenos: usa programas económicos y de carga media. Seleccionar una baja temperatura.
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Usa la secadora sólo cuando sea necesario: consume energía y produce unos 3 kg de CO2.
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Hierve menos agua: hierve sólo el agua que vayas a usar.
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Tapa la cazuela mientras cocinas: y mejor si usas ollas a presión, que ahorran un 70% de la energía.
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La ducha en lugar de la bañera: la ducha consume cuatro veces menos energía. Evita las duchas a presión y utiliza alcachofas de poco flujo.
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Cierra bien el grifo: el goteo puede perder agua suficiente para llenar una bañera en un mes.
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