miércoles, 31 de diciembre de 2008

Una reflexión poco navideña


Por fin estoy de vuelta, después de dos semanas de inactividad.. (Inactividad “Blogger”, claro, porque por ahí fuera no he parado).

La verdad es que la última vez en la que estaba redactando una entrada la web me falló y perdí un buen rato de reflexión y trabajo, así que me desmotivé un poco. Nada importante, también ha coincidido el estar fuera de casa unos días, pero ya estamos de vuelta!.

Por fin hoy es día 31, lo que quiere decir que están terminando las navidades. ¡Bieeen!!!

Ya tuve mi sobredosis de reunión familiar en Nochebuena y días posteriores, y conseguí escaparme y volver a mi casa, a mi “batcueva.”. Jeje! No soy la única a la que estos días de consumismo desaforado, grandes comilonas y endeble espíritu solidario le parecen un poco absurdos, ¿no?. En fin, no es que tenga un estado de ánimo triste, para nada.. Es más la sensación de que vivimos una Navidad distorsionada, y construida a la medida de las grandes multinacionales.

Perdonad si mi actitud es un poco crítica con este período, pero no puedo evitar pensar que la gente que así lo cree debería celebrar una navidad más serena y realmente solidaria (y creo que la solidaridad consiste en algo más que en gastar una fortuna en regalos para los seres queridos o en hacer un donativo puntual en el telemaratón, que conste).

Cambiando un poco de tema, hoy quería hacer un pequeño balance sobre mi evolución en relación a la historia que motivó mi blog. Es cierto que aún te hecho un poco de menos… Tal vez, en particular, en días como hoy, recordando tu propuesta de pasar el fin de año juntos (propuesta que rechacé cuando decidí alejarme de ti), pero también es cierto que me encuentro mucho mejor, cosa que quería compartir aquí.

El paso del segundo al tercer mes fue decisivo para mí; el tiempo volvió a correr de nuevo (¡lo que parecía imposible!) y comencé a sentirme orgullosa de la decisión que he tomado. Ahora he atravesado la línea de los tres meses y comienzo a comprender que debo dejar pasar aún más tiempo del que había previsto antes de volver a hablar contigo, es demasiado pronto.

¡Empiezo a estar realmente orgullosa de mi misma!.

En otra ocasión, y con más tiempo, dejaré por aquí algunos consejos (una mezcla de mi experiencia como psicóloga, y como “superviviente” en primera persona) que pueden ser realmente de utilidad para salir adelante cuando nos alejamos de alguien a quién queremos.

Por cierto, antes de despedirme, y por si alguien no la ha visto aún, os recomiendo la divertida “Pesadilla antes de Navidad”. Se ha convertido ya en todo un clásico del cine no tan típicamente navideño.

Espero que lo peor que nos pase en 2009 sea lo mejor que nos haya pasado en 2008…

Pasad una buena noche, y cuidado con las uvas!!!

lunes, 15 de diciembre de 2008

Consejos para superar una ruptura

En una entrada anterior explicaba que existen una serie de etapas que conforman el duelo. El duelo es un proceso doloroso que experimentamos cuando nos alejamos o cuando perdemos a alguien a quien nos sentimos estrechamente unidos, incluso aunque lo hayamos decidido nosotros mismos, como sucede en mi caso.

El duelo es común a todas las personas, y se desarrolla a lo largo de varias etapas que pueden variar en duración, intensidad y orden, dependiendo de la persona, del valor que se concede a dicha pérdida, etc..

Esta explicación resulta fundamental porque nos ayuda a comprender los sentimientos que estamos experimentando, y nos da la esperanza de saber que se trata de un proceso con recuperación, del que acabaremos saliendo antes o después.

Las etapas básicamente son: choque, negación, protesta, depresión y aceptación.

Saber que sentiremos rabia y una honda tristeza,entre otros, nos alerta ante todo lo que está por llegar, y nos prepara para sentimientos que harán tambalear nuestros cimientos cuando lleguen.

Lo importante es que no perdamos de vista que saldremos adelante, que sobreviviremos, aunque en ocasiones no lo creamos así durante el proceso y pensemos que la tristeza y el vacío nunca nos abandonarán.

Estos sentimientos pueden desaparecer y volver a regresar a nosotros en momentos diversos mientras el proceso de duelo esté aún elaborándose. Con frecuencia, la ira o la tristeza regresan cuando creíamos haberlas ya superado y vuelven a adueñarse de nuestro corazón, pero no debemos interpretarlo como un retroceso o como una señal de que no avanzamos, sino como un síntoma de que estamos siguiendo nuestro camino.

A la hora de olvidar a una persona pueden sernos de mucha utilidad estos consejos:

1. Guardar fotos, vídeos y otros recuerdos en un lugar bajo llave, o que no resulte de fácil acceso. Si no lo hacemos así, probablemente nos encontremos mirándolos una y otra vez en un intento de no olvidar su rostro, su voz... En resumen, de mantenerle cerca de nosotros en un cierto sentido.

2. No caigamos en la tentación de llamarle una y otra vez, o de conectarnos constantemente a messenger o gtalk (etc.) en un intento de hablar con esta persona o de verle conectado/a.

3. Debemos obligarnos a salir a la calle. Habrá momentos en los que necesitemos tumbarnos en la cama o en el sofá y dormir, seguramente porque la ansiedad habrá alterado nuestro sueño y nos sentiremos cansados. Nos lo podemos permitir de cuando en cuando, pero no podemos cometer el error de convertirlo en una rutina (en especial porque puede ser el primer paso para caer en una depresión), tenemos que salir y mirar hacia el cielo siempre que podamos.

4. Debemos obligarnos a realizar actividades que nos resulten gratificantes, aunque ponerse en marcha, sobre todo al inicio, suponga un esfuerzo extraordinario para nosotros (leer, ir al cine, de compras, salir a pasear, salir con los amigos, hacer ejercicio..). La actividad física puede ser de especial utilidad, ya que nos ayudará a descargar y canalizar la ira cuando esta llegue, y permitirá que nuestro cuerpo libere endorfinas (responsables de hacernos sentir bien). Vale cualquier tipo: senderismo, natación, danza, yoga, danza del vientre, artes marciales, etc.

Puede ser interesante que realicemos actividades nuevas para nosotros, y que intentemos conocer a gente nueva. Obviamente, esto último nos puede llegar a resultar incluso aversivo al principio, pero os aseguro que en poco tiempo llegará el momento en el que empezaréis a sonreír espontáneamente, y en el que volveréis a sentiros cómodos entre gente a la que no conocéis.

5. Intentad pasar la mayor parte del tiempo distraidos/as. No se trata de huir de lo que estáis sintiendo, si no de evitar que estos pensamientos os invadan y os controlen. Pero si la otra persona viene a vuestra cabeza no lo neguéis, no os obsesionéis con la idea de controlar el pensamiento. Dejadlo fluir, y de una forma relajada, tratad de desviar sutilmente vuestra atención hacia cualquier detalle de vuestro alrededor que os permita distraeros.

6. Buscad el consejo y la escucha de dos o tres personas, amigos en los que confiéis y que puedan oíros y haceros sentir comprendidos en cualquier momento de bajón. Hablar sobre las cosas, contarlas, ayuda a superarlas.

7. Permitíos llorar cuando lo necesitéis, porque con el llanto nos abandona un dolor que, de otra forma, permanecería dentro de nosotros.

8. Permitíos sentir libremente la ira, intentad expresarla de una forma sana, que no resulte dañina para vosotros o para otras personas, animales o cosas (gritar a pleno pulmón en un paraje solitario, golpear o morder la almohada, hacer ejercicio intenso, etc.)

9. Buscad una forma de expresión artística que os permita liberar los sentimientos que vais experimentando: escribir, pintar, dedicar tiempo a algún tipo de hobbie o manualidad, etc.

10. Inventad un ritual que os permita despediros de esta persona y cerrar la puerta. Probablemente tengáis que esperar un tiempo para estar preparados/as antes de poder hacerlo, pero antes o después os puede ser de mucha utilidad, aún siendo un hecho simbólico. Sed libres y diseñad ese ritual de la manera que más os plazca, incluso si queréis hacerlo de la forma más extravagante que se os ocurra...

Pronto el tiempo comenzará a fluir de nuevo, los días dejarán de ser eternos y volveréis a sentiros vivos sin pensar en la otra persona continuamente. Los recuerdos irán perdiendo emoción progresivamente, y os irá llenando un sentimiento de orgullo y de satisfacción enormes (si, eso que parecía que nunca llegaría!) al daros cuenta de que habéis conseguido sobrevivir, de que podéis seguir avanzando, y de que la vida existe más allá de él o de ella.

Os aseguro que veréis resultados en un par de meses si seguís adelante -y de forma constante- con estos consejos, y que a partir del tercer mes el tiempo volverá correr y dejará de parecer eterno.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Una noche de buenos cortos

El viernes por la noche tocó la última sesión de cortos dentro del certamen internacional "Almería en corto".

Fue una noche emotiva (al público le gustó escuchar las simpáticas anécdotas sobre Charles Chaplin con las que su hija, Geraldine Chaplin -la homenajeada de la noche- les regaló), sobre todo por los cortos que se proyectaron como cierre.

Podría resumir diciendo que todos tenían una importante carga dramática, y que esta carga se iba haciendo cada vez más fuerte conforme avanzaba la noche. Como anécdota, comentar que un amigo exclamó antes de que empezara el último: "Aquí ya solo falta que mueran todos!".

Al finalizar el certamen nos reíamos recordando lo acertado que había estado con su comentario.

En fin, todos fueron cortos de nivel que tocaban diversos temas (la lucha de clases y las injusticias sociales, el drama nazi, la trata de blancas, el dolor y la inconsciencia que pueden quedar terriblemente unidos de por vida a aparentes decisiones adolescentes sin trascendecia, o la risa, la entereza y la naturalidad con la que se puede afrontar la muerte antes de ser "paseado" -fusilado- en una guerra...)

Todos nos gustaron, y todos nos emocionaron en una noche en la que el drama parecía ascender progresivamente, y en la que cada nuevo dolor parecía más cercano, más hondo y más profundo que el anterior.

Fue una noche agridulce; muy positiva, por la cercanía de los contenidos y el buen hacer de sus directores, pero también triste, por el drama humano que fuimos encontrando en cada nueva proyección. De todas formas, y por fortuna, con el último corto el director nos permitió relajarnos y soltar unas risas, aún a pesar de la dureza de la situación.

Os dejo los nombres de los cortos, todos merecen ser vistos. Quizá me detenga durante los próximos días para contaros un poco más sobre ellos, quién sabe. Desde luego, me gustaría.

"Café Paraíso", de Alonso Ruizpalacios, México.
"Spielzeugland", de J.A. Freydank, Alemania.
"Miente", de Isabel Ocampo, España.
"Smáflugar", de Runar Runarsson, Islandia (Este nos pareció realmente impactante, a pesar de que mantiene un desarrollo muy simple durante la mayor parte de su metraje. Resulta terrible plantearse un final como el suyo en un momento de la vida como es la adolescencia, en todos los sentidos, y más si eres mujer. ¿Se puede vivir con algo así grabado en la retina?).
"Paseo", de Arturo Ruiz, España.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Mirar hacia adelante

Hoy toca la última sesión del certamen internacional de cortos de Almería. Como invitada de honor este año para el cierre, Geraldine Chaplin (¿conseguirán algún día traer a Clint Eastwood? Lo dudo, pero sería una pasada, desde luego...)

Imagino que la sesión estará a la altura de las anteriores (no espero menos). Mañana, viaje de visita a casa y concierto de música griega por la noche (¡qué guay!). Esperaba este concierto desde hace un par de meses, no es habitual que este tipo de música llego por estos lares y tengo un amigo griego que me ha enseñado a apreciar la belleza de su música y de su danza.

En fin, espero que el fin de semana sea para disfrutarlo, empezando por el camino. ¿Tendré la suerte de pasar sin contratiempos por mi puerto de montaña nevado otra vez?

Una de las mejores soluciones contra la tristeza y contra el desamor: salir, hacer actividades, escuchar música, ir al cine, hacer teatro, quedar con los amigos... Lo que sea, y aunque suponga un esfuerzo enorme arrancar, hazlo!!!!! Lo comprendo perfectamente, porque a mi me ha estado pasando durante estos meses. Pero ahora por fin voy siendo consciente de que el paso del tiempo lo va curando todo, y de que, aunque durante los primeros meses parezca estar "congelado" (el tiempo), los días acaban pasando cada vez más deprisa, hasta que un día te das cuenta de que has dejado de contarlos.

Como psicóloga y como mujer mi consejo es ese: Sal, no dejes de hacer actividades, apúntate a cosas nuevas, aunque no tengas ganas de estar con gente al inicio, o aunque conocer a personas nuevas te suponga un esfuerzo. Te lo aseguro, antes o después dejará de suponerte un trabajo extra y te reencontrarás a tí misma (o mismo). O mejor aún, toparás con una "tú" nueva (o nuevo), más fuerte y capaz de mirar al mundo y dar un paso adelante con más energía de lo que lo hayas hecho nunca.

¡Ánimo!

jueves, 11 de diciembre de 2008

Escapada a Madrid

Acabo de volver de viaje hace apenas una hora.He estado un par de días en Madrid, por motivos de trabajo, y la verdad es que tengo que hacer un balance muy positivo... Me gusta pensar que esta misma tarde estaba paseando por la Gran Vía, disfrutando del ambiente de una ciudad llena de gente y de luces.

Por cierto, me he encontrado con Arturo Valls en el aeropuerto (me encanta su sentido del humor). Él estaba hablando por el móvil, así que he aprovechado para observarle durante unos segundos. Me ha sorprendido mirándole y me he girado rápidamente, porque no quería parecer curiosa. Luego ha sido él quién se ha vuelto un par de veces, y yo quién le ha pillado observándome. Ha sido un momento particular, la verdad.

Tal vez han sido varios cruces de miradas fortuitos, tal vez no había ninguna otra mujer por la zona y eso captó su atención, tal vez me ha mirado y ni siquiera me ha visto. En cualquier caso, me ha sonado a eso de "juego de miradas a distancia con un tío", sólo que en esta ocasión era famoso.

Puede que en otro momento escriba sobre alguna de las cosas que he hecho en Madrid. O de cómo he estado a punto de perder mi avión de regreso por unos minutos.. Por un lado, habría sido una putada, pero por otro, seguramente me habría animado a pasar allí un par de días y disfrutar paseando por sus calles.

En fin, tal vez lo haga la próxima vez. Para mi nunca ha sido un problema moverme o viajar sola, no sería la primera vez que lo hago.

Ánimo, chicas! Las mujeres podemos viajar sin compañía y disfrutar en el intento..

Ciao!!

martes, 9 de diciembre de 2008

El velo pintado


El otro día, mientras esperaba para entrar a la proyección de turno del festival “Almería en corto” escuchaba sin querer un fragmento de la conversación de cuatro hombres:

“Pues yo antes era de los que iba al cine en cuanto veía el nombre de Edward Norton en la cartelera. No me perdía ninguna de sus películas, hasta que vi “El velo pintado”.. La fotografía preciosa, eso sí. Era lo único que merecía la pena ¡Menudo bodrio!”

Los demás asentían, convencidos, al igual que su amigo, de que el actor había cometido un error “irreparable e imperdonable” al protagonizar esa película.

Me pregunto entonces si habrán visto “El ilusionista”…

En fin, debo reconocer que yo también suelo valorar la presencia de Edward Norton en una película. Da la impresión de ser un tío inteligente, interesante y con criterio, que suele elegir buenos proyectos.

Pero, ¿qué sucede cuando alguien así, después de asombrarnos con papeles de tipo duro y fuerte como los de “American history “X” o “El club de la lucha” nos sorprende participando en un proyecto sensible y romántico en el que interpreta a un personaje un tanto pasivo, introvertido y sereno?

¿Habrá una sola película lenta, con historia de amor que pueda gustar a todos estos tipos duros que disfrutaron con El club de la lucha? ¿O es que para ellos solo tienen valor historias de amor patológicas y extremas como las de Norton con la Bonham-Carter en este mismo film?

¿Resulta absolutamente incompatible la asociación “historia de amor sensible-buena película” para los hombres, en general?

No tengo claro si “El velo pintado” es o no una buenísima película, porque en las dos ocasiones en las que la he visto me he sentido absorbida por la historia (y eso que Naomi Watts no me enloquece como intérprete..O tal vez sea la elección de su actriz de doblaje, no lo tengo claro) y no puedo ser excesivamente objetiva. Creo que se trata de una historia de amor profunda y sencilla, con una fotografía extraordinaria y realización e interpretación impecables. Y creo que Norton, como siempre, ofrece un buen trabajo, permitiendo que veamos la evolución de un personaje, en apariencia anodino y aburrido, que acaba mostrándose ante nuestros ojos como un hombre inteligente, atractivo y con personalidad (Claro que, entiendo que los hombres no hagan esa lectura) En su línea.

Vale, comprendo que se hacen muchas películas de amor “envasadas” para el gran público con las que a veces no importaría dejar pasar la fecha de caducidad y no abrirlas (léase “Pearl Harbor”, “50 primeras citas”, o “El diario de Noa”, y un largo etcétera…).

Pero en el cine reciente existe una larga lista de comedias o dramas repletos de amor, pasión o ternura que pueden merecer la pena: “El paciente inglés”, “El jardinero fiel”, “Los puentes de Madison”, “La fuente de la vida”, “Shakespeare in love”, “Mejor imposible”, “La vida es bella”, “Mi vida sin mi”, “La vida secreta de las palabras”…


Y siempre quedan en medio toda una serie de comedias encantadoras que nos arrancarán una sonrisa y que no nos harán daño: “Cuando Harry encontró a Sally”, “Algo para recordar”, “Mucho ruido y pocas nueces”, “Cuatro bodas y un funeral”…

Sin olvidar, por supuesto, el lugar de oro que ocupa el cine clásico en mi corazón. Pero esa es otra historia.

Por fortuna, conozco a hombres que sí son capaces de emocionarse viendo una película de amor, sin entrar en `valoraciones mayores´. La última vez en la que vi llorar a uno fue en mi casa, delante de “La fuente de la vida”, de Darren Aronofsky.

Por hoy, reivindico el buen hacer de Edward Norton y una buena y sencilla elección con “El velo pintado”.

Y es que el buen cine y el amor no siempre están reñidos, chicos.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Almería en corto


He aprovechado el fin de semana para asomarme y asistir a tres de las sesiones del certamen internacional (la organización concede premios paralelos a producción nacional). Como siempre, he descubierto cortos muy interesantes (tras el balance después de varios años seguidos, llego a la conclusión de que el nivel de los franceses y de los españoles suele ser bastante bueno, en líneas generales), y creo que aún podré asomarme algún día más antes de que termine (el próximo finde).

Por ahora, me han llamado la atención varias comedias (dos francesas y una española), y algunos dramas (dos españoles, uno alemán y otro uruguayo), entre otros. Uno de estos últimos es de un director que en alguna edición anterior del festival había apostado por un estilo experimental que no me había gustado, pero que en esta ocasión se ha decantado por una historia sencilla y emotiva.

Curiosamente, varios realizadores han decidido abordar el tema de la muerte y del duelo anticipatorio desde una perspectiva muy cercana, así que tuve la ocasión de recordar mucho de lo que había leído en el último libro que terminé la semana pasada (sobre el duelo, precisamente).

Para sonreír, "Le secret de Salomon", "Tony Zoreil" y "Le festival" (Francia), o "No se preocupe" (España).

Para entristecerse, o simplemente para compartir emociones "Alumbramiento", "El camino de Ana" o "El tiempo prestado" (España), "Buen viaje" (Uruguay) o "Hakim" (Alemania).

En unos he valorado realización, técnica o medios.. En otros la interpretación, la intensidad de las emociones que dejaban entrever los protagonistas,la sencillez o el enfoque del tema tratado. En todos los casos creo haber encontrado en mayor o menor medida sensibilidad, emociones o un mensaje sobre el que reflexionar.

Como todos los años, el festival internacional de cortometrajes de Almería mantiene su nivel. No espero menos para las próximas proyecciones y para futuras ediciones..

viernes, 5 de diciembre de 2008

París no siempre vale una misa..

Hoy llevaríamos dos días en París si no te hubiera dicho adiós... A principios de septiembre me propusiste que nos fuéramos los dos juntos unos días, aprovechando el puente de esta semana. Primero te dije que sí, pero luego comprendí que lo que mejor que podía hacer era alejarme de ti.

En estos días tu recuerdo va y viene, pero sé que es normal, y que se debe al hecho de que proceso, consciente e inconscientemente, la fantasía de que ahora mismo hubiéramos estado juntos en una de las ciudades más románticas del mundo.

Al menos ya sé que eso para nosotros, en realidad, no debería haber tenido un significado en común, ¿verdad..? . Cuando te pregunté por qué no reservabas ese viaje para alguien especial en tu vida en lugar de ir conmigo, tu me respondiste con tu lado práctico, con un "cualquier lugar del mundo sería romántico siempre que estés junto a la persona que amas".

Qué le vamos a hacer, ésta es una etapa de fechas y "aniversarios".. Los primeros (casi) dos meses y medio sin hablar contigo, el viaje que no hemos hecho porque yo así lo he decidido, las vacaciones de navidad que no vas a pasar a mi lado porque te pedí que me dejaras alejarme...

Como decimos los psicólogos, el duelo es un proceso doloroso que se atraviesa cuando nos separamos de las personas a las que queremos y a las que necesitamos, con independencia de si esa separación es o no deseada, o de si esa persona nos hace bien o nos hace mal.

Yo te la he pedido, y aunque una parte de mi lo necesitaba, eso no hace las cosas más fáciles.

En fin, ¡qué le vamos a hacer! Tarde o temprano terminaré de "rehacerme" a mí misma y me dejaré de gilipolleces.

Buen fin de semana para el mundo y para mi misma!!!!!!!!!

;-)

jueves, 4 de diciembre de 2008

La gata sobre el tejado de zinc


Hace muchos años vi por primera vez "la gata sobre el tejado de zinc". Era una adolescente y me sentí fascinada por el personaje torturado y ambiguo que interpretaba Paul Newman... Era incapaz de entender que pudiera resistirse a los encantos de una mujer como ELisabeth Taylor, que además se pasaba toda la película como una gata en celo, mendigando su atención y su amor de forma desesperada.

Recuerdo, y siempre recordaré al actor guapísimo en esta película, igual que a la protagonista. Me parecía, entre otras cosas, una historia llena de erotismo, de emociones, de deseo a flor de piel por parte de ella y de rechazo por parte de él.

Ahora, volviendo la vista atrás compruebo que me siento como Maggie, tan cerca y tan lejos al mismo tiempo de un hombre confuso, atrapado por su sexualidad y que tengo la certeza de que nunca llegará a ser mio. En la obra original de Tennesse Williams el personaje de Brick (Paul Newman) trata de ocultar su homosexualidad mientras sufre por el amor del amigo muerto. La película obvía este tema.

Tal vez, como me decía ayer mi colega, ese sea tu caso. Tal vez tu bloqueo sexual con las mujeres, como ella decía, te lleve a vivir una homosexualidad tardía, o tal vez seas bisexual (cosa que ella también me planteaba y que yo veo como más plausible). En cualquier caso, no puedo saber con certeza lo que te depara el futuro, ni siquiera lo que te depara el presente.

Pero sé que, aunque yo no soy la gata caliente sobre el tejado que interpretaba la bellísima Elisabeth Taylor, he ronroneado lo suficientemente cerca de ti como para que hubieras deseado hacerme el amor muchas veces. Pero no has sido capaz de hacerlo, y tampoco me has dejado a mi amarte plenamente, ni física ni mentalmente.

Me siento como la gata sobre el tejado de zinc caliente... dolida, y rechazada.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Arrivederci amore, ciao!

Hoy no me apetece escribir demasiado.. Pero no me siento triste, simplemente cansada. Tal vez haya influido el hecho de que haya hablado largo y tendido sobre ti con una colega.

Le he preguntado sobre el tiempo que ella consideraba que precisaría para alejarme de ti, y cuando me ha respondido "un año", he dado un respingo. Le he dicho que no me veo capaz de esperar tanto, y que querré ponerme a prueba mucho antes..

Había pensado en volver a aparecer en tu vida a finales de enero, o en febrero, cuando hubiesen transcurrido 4 o 5 meses.Ella considera que, con toda probabilidad, sufriré una "recaída". Le he explicado que necesito comprobarlo por mi misma, que no puedo sentirme en una huida permanente sin afrontar este aspecto de mi vida durante tanto tiempo, pendiente del paso de las semanas y contando los meses como si se tratara de un reto.

Al final, mi colega ha asentido y me ha dicho: "Soy consciente de que lo harás pronto y de que no resistirás, porque entiendo que, por tu forma de ser, lo necesitas, y necesitas tenerlo todo controlado. Creo que sufrirás una recaída, pero te servirá para salir aún más fortalecida de ella."

Creo que comprende mi necesidad de afrontarlo, aunque no la comparte. Podría hacer la comparación con el que deja de fumar y no vuelve a probar un cigarro en su vida con tal de no sentir la tentación.

Yo, sin embargo, no querría pasarme la vida pensando en esa adicción que no puedo controlar. Quiero "fumarme un cigarro" (metafóricamente hablando, obviamente), y echarle los ovarios que haga falta para no volver a convertirme en una adicta, aunque eso me suponga un tropezón en el camino.

Además, ahora ya tengo una baza a mi favor. Sé que no estás loco por mi, y que tan solo has sentido una atracción, como tú me dijiste. Esa esperanza, esa incertidumbre me mantuvo atada durante los dos últimos años.

Quise pensar que sentías algo profundo por mi y que no encontrabas la forma de darle salida, y ahora por fin sé que no es así. Sé que me quieres, pero no me amas.

¡Y tampoco soy masoquista, joder!. Tendré que terminar de sufrir pronto, digo yo..

Hoy me despido con el título de una película que dice:

"Arrivederci, amore, ciao!"

martes, 2 de diciembre de 2008

Sobre la vida y la muerte

Hoy toca un temática profunda y dura. Hoy toca ponerme seria..

En estos momentos estoy terminando de leer un libro que se llama "Sobre el duelo y el dolor". Habla sobre como se vive y como se puede superar la pérdida de un ser querido. Suena duro, ¿verdad?. Pero vivimos en un mundo, en una sociedad que trata de negar la muerte, que nos enseña a no hablar sobre el tema, y a pensar que nunca terminará de llegarnos a nosotros o a las personas que nos importan.

Hace poco descubrí que plantearme un posible "duelo anticipatorio" sobre la pérdida de las personas que amo me produce un dolor hondo, profundo, demasiado fuerte para soportarlo sin verter una lágrima o para plantearmelo con excesiva frecuencia. Me dí cuenta de que no estoy preparada para afrontar la muerte... Pero no tanto la mía, si no la de las personas a las que amo. Concretamente, me produce un dolor intenso pensar en la ausencia, en ese "no volveré a verle nunca más", y preguntarme si tendré que plantearme un "¿por qué no le dije cuanto le quería?, ¿por qué no hice aquello? ¿porqué no fui mejor hija, o pareja, o amiga..? ¿por qué no soy capaz de hacerlo ahora, cuando aún estoy a tiempo..? En fin, demasiadas preguntas para responder de una sola vez.

Por eso he comenzado a prepararme, con objeto de llegar a comprender que la muerte forma parte del ciclo de la vida, para aprender a afrontarla de una forma natural y de frente, sin darle la espalda.

Es una lección que todos deberíamos aprender. Nos haría las cosas un poco menos duras de lo que pueden serlo por sí mismas cuando llega la hora de la verdad.

Aún así, qué duro resulta afrontarlo...

lunes, 1 de diciembre de 2008

Serenidad


Ayer tuve el placer de conducir por un puerto de montaña nevado antes de que se cerrara al tráfico. Conduje lentamente, sin prisas, y me dediqué a disfrutar de la blancura espléndida del paisaje todo lo que pude.

Hubo algún momento en el que pensé que podía encontrarme en uno de esos sitios increíbles que aparecen en las fotos de lugares lejanos e inaccesibles..
La estampa era verdaderamente hermosa, y visionar aquel camino lleno de reflejos de un blanco puro y extremo me llenó de una gran paz y de serenidad.

Me sorprende pensar en lo tranquila y feliz que me sentía, ajena a cualquier peligro que pudiera esconderse entre la nieve, sobre la carretera.

Lástima no tener una foto de alguno de los momentos que habría querido que permanecieran congelados en mi imaginación..

Habría deseado conducir por aquel camino hasta llegar a casa, soñando despierta a través de en un lugar que se había convertido al mismo tiempo en nuevo y desconocido, cercano y familiar.