martes, 13 de enero de 2009

Superar una pérdida emocional (III)


Aprovecho para escribir mientras trato de no hacer demasiado ruido, porque tengo a una amiga ahora mismo durmiendo con la cabeza apoyada en mi regazo. Resulta un poco complicado escribir así, pero por fortuna me tengo por una chica con recursos.. jeje! :-)

Por cierto, hace un rato he aprovechado para leerle un par de mis entradas (ahora es la única persona aparte de los que os asomáis por aquí que sabe que lo escribo, y me ha pedido que se lo enseñara), y para presentarle vuestros blogs. Debo decir que algunas de vuestras cosas le han gustado bastante.

Bueno, no me enrrollo más. Hoy me apetece seguir con mi lista de recomendaciones para salir adelante en tiempos de "crisis emocional", que no económica..

¡Un abrazo!

Concédete el derecho a mostrarte como una persona vulnerable y frágil en un momento duro o doloroso de la vida. No necesitas ser “superman o superwoman” continuamente.

Acude a un psicólogo/a. Busca entre las personas que conoces a alguien que te ofrezca confianza, y no esperes a que las cosas estén muy mal. Un buen terapeuta puede ayudarnos a ver las cosas con mucha más claridad, tan solo se trata de buscar apoyo en un momento complicado de nuestra vida, nada más.

Márcate pequeños objetivos para hacer cosas. Haz una lista con todo lo que siempre has querido hacer (cursos, talleres, acudir al gimnasio, bailar, hacer teatro..) y ve planteando actividades para ir incorporando en función de tu tiempo, tu energía y tu economía. Si tienes poco dinero no tienes excusa, siempre puedes participar en actividades gratuitas o de bajo coste organizadas por tu ayuntamiento, patronato de deportes, centros de día de la mujer, asociaciones, universidades, etc.

Si vives en una gran ciudad busca la oportunidad de incorporarte a un grupo de autoayuda que trabaje temas emocionales (superación del duelo, autoestima, risoterapia, vale una larga lista de cosas!). En esto los americanos tienen razón, es cierto que nos consuela compartir experiencias con otras personas que nos comprenden. Si vives en una ciudad pequeña, tal vez puedas tomar la iniciativa y formar tú mismo/a un grupo de trabajo, o hacerlo a través de un blog o de un foro en Internet.

Evita pasar las horas muertas abrazado/a a un jersey, mirando una habitación o un sitio vacío, o revisando álbumes de fotos y viejos vídeos. Al principio podrás permitírtelo “a ratos”, pero en cuanto te sientas con fuerza será bueno que establezcas, al menos, pequeñas metas diarias para ir desplazando las cosas que te recuerdan a la otra persona -si no te sientes seguro/a para hacerlo de golpe, que sería lo ideal- (Poner las fotos impresas en un sitio de difícil acceso en casa, comprimir las que están en formato electrónico en tu pc o meterlas en un cd, guardar sus objetos personales, devolvérselos, tirar los que no sean de utilidad –sin rabia o agresividad de por medio, mejor- o entregarlos a alguien para que los conserve, etc.).

No hay comentarios: