domingo, 14 de diciembre de 2008

Una noche de buenos cortos

El viernes por la noche tocó la última sesión de cortos dentro del certamen internacional "Almería en corto".

Fue una noche emotiva (al público le gustó escuchar las simpáticas anécdotas sobre Charles Chaplin con las que su hija, Geraldine Chaplin -la homenajeada de la noche- les regaló), sobre todo por los cortos que se proyectaron como cierre.

Podría resumir diciendo que todos tenían una importante carga dramática, y que esta carga se iba haciendo cada vez más fuerte conforme avanzaba la noche. Como anécdota, comentar que un amigo exclamó antes de que empezara el último: "Aquí ya solo falta que mueran todos!".

Al finalizar el certamen nos reíamos recordando lo acertado que había estado con su comentario.

En fin, todos fueron cortos de nivel que tocaban diversos temas (la lucha de clases y las injusticias sociales, el drama nazi, la trata de blancas, el dolor y la inconsciencia que pueden quedar terriblemente unidos de por vida a aparentes decisiones adolescentes sin trascendecia, o la risa, la entereza y la naturalidad con la que se puede afrontar la muerte antes de ser "paseado" -fusilado- en una guerra...)

Todos nos gustaron, y todos nos emocionaron en una noche en la que el drama parecía ascender progresivamente, y en la que cada nuevo dolor parecía más cercano, más hondo y más profundo que el anterior.

Fue una noche agridulce; muy positiva, por la cercanía de los contenidos y el buen hacer de sus directores, pero también triste, por el drama humano que fuimos encontrando en cada nueva proyección. De todas formas, y por fortuna, con el último corto el director nos permitió relajarnos y soltar unas risas, aún a pesar de la dureza de la situación.

Os dejo los nombres de los cortos, todos merecen ser vistos. Quizá me detenga durante los próximos días para contaros un poco más sobre ellos, quién sabe. Desde luego, me gustaría.

"Café Paraíso", de Alonso Ruizpalacios, México.
"Spielzeugland", de J.A. Freydank, Alemania.
"Miente", de Isabel Ocampo, España.
"Smáflugar", de Runar Runarsson, Islandia (Este nos pareció realmente impactante, a pesar de que mantiene un desarrollo muy simple durante la mayor parte de su metraje. Resulta terrible plantearse un final como el suyo en un momento de la vida como es la adolescencia, en todos los sentidos, y más si eres mujer. ¿Se puede vivir con algo así grabado en la retina?).
"Paseo", de Arturo Ruiz, España.

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