viernes, 24 de abril de 2009

No todo lo que empieza tiene un final..


Diario de un viaje esperado... Dia 5, despedida.

Sonó el despertador y abrí los ojos lentamente. Ya era de día.. Demasiado temprano, habíamos puesto el reloj antes de las 8 y apenas habíamos dormido cuatro horas.. En ese momento me di cuenta de que seguíamos en la misma posición en la que nos habíamos dormido de madrugada. No me habías soltado de tu abrazo, y yo tampoco había hecho ningún esfuerzo para escaparme.
El reloj volvió a sonar y yo volví a pararlo, esta vez con impaciencia. Te dije unos tímidos buenos días, y tú me respondiste tierno, perezoso.
Decidí mandar a la mierda los planes de la mañana (me habías propuesto que diéramos un paseo por Ámsterdam antes de irnos, los dos solos) y quedarme allí contigo.. Se estaba tan bien a tu lado..
Me fui despertando poco a poco y en un momento concreto fui consciente de que (si, podéis reíros!), durante la noche, habías colocado una almohada que había de sobra entre nuestras caderas, de forma que no pudiera volver a pasar lo del día anterior.. Me resultó llamativo, y me pregunté en qué momento lo habrías hecho, porque había dormido tan profundamente que no fui consciente de nada.
A veces, ¿sabes?, me he preguntado si te despertaste en mitad de la noche y aprovechaste para observarme.. Me pregunto si pudiste acariciarme, si pudiste detenerte a saborear el olor de mi pelo o a escuchar el ritmo de mi respiración.. Quién sabe..

De todas formas, me sentía excitada por la forma en la que me tenías abrazada, y decidí darme la vuelta para abrazarte de frente. Tú te quedaste tumbado, boca arriba, mientras yo volcaba una de mis piernas sobre las tuyas y me apoyaba en tu pecho. En un arranque de deseo me estiré como un gato, ronroneando de placer mientras dejaba que notaras la forma de mis pechos clavada en tu piel.. Tú respiración se aceleró con la mía, aunque permaneciste quieto, con los ojos cerrados, acariciándome el brazo sobre el que habías apoyado tu mano.

Las dos horas que transcurrieron a continuación estuvieron llenas de erotismo, de deseo (no sé si a partes iguales, pero deseo al fin y al cabo) de respiraciones agitadas y corazones acelerados.. Pero también de inmovilidad, de temor, de contención...

Comencé a acariciarte lentamente, dejándome llevar por el momento, sin esperar nada.. Salvo llegar a tu boca, debo reconocerlo. Toqué tu rostro de mil formas distintas hasta memorizar el más mínimo detalle: tus ojos, la pequeña cicatriz de tu frente, tu cuello, tu boca.. Jóder, como me gustó que me dejaras acariciar tus labios, largo y tendido! Tú te quedaste inmóvil, aunque cuando te miraba veía como cerrabas los ojos con fuerza, con una contención enorme, y a cada nueva caricia sentía como se aceleraban de forma evidente tu respiración y tu corazón. Así que si, obviamente te gustaba lo que estaba pasando.

Animada por tu respuesta (en tu caso, esto era ya una respuesta!!!) comencé a volcar más deseo en mis caricias, y empecé a besarte suavemente por la cara, hasta bajar al cuello.. Antes de que me diera cuenta había vencido parte de mi cobardía y te estaba mordisqueando la oreja (madre mía, no puedo decirlo de otra forma, te habría devorado allí mismo! Jajaja!). Tú permanecías bloqueado, como si el miedo a perder el control te paralizara, -como ya comenté en alguna ocasión anterior- como el veneno más potente.

Pero estabas sintiendo, y mucho.. Tal vez demasiado.

En diversos momentos volviste el rostro levemente y tus labios se pararon cerca de los míos, pero fui una idiota. Desaproveché la oportunidad de besarte cuando debía haberlo hecho, cuando de alguna manera me lo estabas permitiendo, pero lo intenté después, a destiempo, de forma torpe y desmañada. Y los dos sabemos que, entre nosotros, ciertas cosas llegan cuando tú quieres, no cuando quiero yo.

Así que fracasé. Me quedé de nuevo sin probar tu boca.

A pesar de todo, te dije con voz ronca -como si fueras un adolescente que está descubriendo el sexo-, que respetaría tus tiempos, que seguías gustándome como hombre y que no podía evitar desearte.

Seguimos abrazados durante un rato, mientras tú, egoístamente, disfrutabas de mis caricias. En cierto momento, después de que te hubieras tumbado boca abajo (otra de tus formas de protegerte) bajé con la mano hacia tu cintura, y te toqué con deseo contenido, aunque sin atreverme a bajar la mano de la línea del pantalón. Durante un instante pensé en hacerlo, pero no pude. Te había prometido que no haría nada que pudiera hacerte sentir violento. Si, de nuevo, pensé en ti. Pero también pensé en mi, porque sabía que si intentaba llegar más lejos podías cerrarte en banda.

¿Sabéis? A veces me siento como el tío cuando llegamos a estos puntos de tanta intimidad, y no como la chica. A ti te veo cada vez más como un adolescente asustado, como un hombre lleno de miedo, probablemente por la falta de experiencia, por el miedo a ser comparado, por el miedo a que, al dejar que me fusione con tu cuerpo me quede irremediablemente unida a tu alma.. Y tienes aún tanto temor de que pueda hacerte daño...Pero es que, de hecho, también yo lo tengo! ¿Por qué tiene que ser tan complicado, porqué no me dejas llegar a ti sin exigirme que te entregue mi alma?

¿De verdad tiene que ser todo o nada..?



Terminaré mi historia en cuanta pueda, vale? Quizá luego, o mañana, si puedo. Un abrazo!

10 comentarios:

jose dijo...

Hola mAlicia. Sinceramente, ya empiezo a no entender a este chico. Y entiendo perfectamente la frustración de la que hablabas. No entiendo hasta qué punto puede estar bloqueado y dejar pasar la oportunidad clara de demostrarte si corre por sus venas un poco, al menos, de fuego. Un beso, dios!, un beso sólo... hubiera podido decir mucho. En fin, tú lo conoces, me tranquiliza pensar que sabes lo que te traes entre manos. Y que sabes llevarlo bien. (perdona mAlicia, esta no es mi historia, pero hoy no tengo yo ganas de medias tintas)
Abrazos y abrazos

mAlicia dijo...

Gracias por preocuparte por mi, Jose. Por eso me alejé de él, porque me estaba volviendo un poco loca. Yo le había dicho lo mucho que me gustaba, y él me proponía ir a París juntos, me llamaba, me decía que quería venir a verme pero que, aunque se había sentido atraído por mi, no estaba preparado para tener una relación de pareja conmigo.. Y al mismo tiempo, yo tenía que integrar que todo aquello (lo de ir París, por ej,no hay más putas ciudades románticas que visitar que ésta?jaja!)no tenía porqué querer decir nada. En fin, por eso me alejé de él.
Y por eso os decía que, en cierto modo, me rompió el corazón, y eso me ha hecho volverme precavida. Del viaje volví a pesar de todo contenta, aunque con el cuerpo un poco revuelto (para que voy a negarlo, sexualmente hablando). Pero el deseo se controla. El amor no. Y yo por ahora me siento bastante bien.
En fin, sé lo que me hago en el sentido de que ya no me hace daño como antes. Cierto que habría deseado más intimidad con él, pero ahora le veo como el chiquillo asustado que es, y eso me sirve para no perder el norte. Y sobre todo, ser consciente a cada momento de que somos amigos, de que nos queremos mucho, y basta.
He hablado con ternura y con deseo sobre él, porque son los sentimientos que me despierta.

Antes lo que sentía por él me hacía sentir también mucha, muchísima rabia, e impotencia. Ya no, eso ha cambiado, por fortuna.

Así que mientras siga llevándolo bien me mantendré cerca. Si vuelvo a desorientarme tengo claro que me alejaré, no te preocupes.

Por ahora, seguiré intentando integrar sus peculiaridades en esta intensa pero extraña amistad que tenemos.. Que le vamos a hacer!

Unknown dijo...

Perdón... hola... aquí una tímida, que se ruboriza por nada, cobarde como ella sola y muy distante. Pero en la vida se me ocurriría acostarme en una cama con uno que fuera mi mejor amigo y me hubiera confesado que se había enamorado de mí, dejar que me metiera mano por "casi" todas partes (menos sabiendo que él está con otra persona), mientras me quedo ahí tumbada con los ojos cerrados... para que al final no pase absolutamente nada.

Es decir, me soladidarizo con él, incluso si tengo que hacer de abogada del diablo, aquí estoy. Pero al ponerme en su piel y mirar arriba al supuesto "mejor amigo"... ¿cómo lo vas parar después de todo eso, sin que se enfade y sin herir seriamente sus sentimientos?

Puedo comprender que esté confundido, asustado, que desee una cosa pero la tema al mismo tiempo... sin embargo, ¿no se da cuenta del daño que hace? ¿Alguna vez ha visto el dolor que te ha provocado con su actitud? ¿Lo ha visto en vivo, lo ha sentido? Si realmente siente algo por ti, que se decida. O solamente es tu amigo, tu mejor amigo, o es algo más con todas las de la ley. ¿No comprende que el sufrimiento, tan pavoroso para él, puede venir por el hecho de perderte?

¿Sabes? Quizás lo que le haga falta es que le planten cara y decirle las cosas como son. Tío, si vienes a verme en el estreno, lo interpretaré como que quieres que pase algo. De lo contrario, no vengas, que ya hablaremos y nos veremos en otra ocasión.

No sé... es contradictorio.

¿Y tú? Dices que no tendrías ahora una relación con él, pero cuatro líenas más abajo dices que si él te viera como una diosa, te derretías e ibas a buscarlo. Entonces... es tan fácil volver a lo de antes, a lo conocido, a los vaqueros viejos... ten cuidado, ¿vale?

Y finalmente (sí, ya termino), ¿por qué acabas tu relato con una pregunta en la que dices "por qué no me dejas llegar a ti sin exigirme mi alma"? Entonces, ¿qué le ofreces? ¿Qué quieres conseguir de él? ¿Y a cambio de qué?

Menudo rollo que he soltado...

Besos y mucho ánimo!!

PD: Ah! Una pregunta indiscreta, otra más, digo. ¿Estudiaste mecanografía o es que escribes desde un portatil?

Unknown dijo...

Tras un fin de semana de trabajo asqueroso (el trabajo y el fin de semana). Te dejo una cancioncilla que me ha recordado, quién sabe por qué, a tu historia.

http://www.youtube.com/watch?v=z7ODhQ0si0g

Valga también como "redención" por mi comentario anterior...

mAlicia dijo...

Hola, Serena!

Necesito que me expliques un poco mejor lo que has tratado de decirme en los dos primeros párrafos, porque no sé si te he entendido bien.. :-)

¿Te refieres a que crees que él me dejó que le tocara para no herir mis sentimientos? ¿O te refieres al hecho de que yo pueda provocar la situación, de que él esperara de mi que yo siguiera, o de que yo pueda destrozarle el corazón?

Perdona que te pregunte, pero no entendí bien lo que querías decirme. Y si, entiendo que él también pueda sentirse confuso, muy confuso, porque debo reconocer que yo también le he lanzado mensajes contradictorios durante todos estos años. Incluso creo que ha podido preguntarse si jugaba con él en muchas ocasiones (por ejemplo, sé que piensa que yo soy bastante coqueta..).Es cierto, pero he estado -y estoy- tan dividida por lo que siento por él y por lo que he sentido por la otra persona que estaba a mi lado.. En fin, por eso me alejé de él, porque todo esto me había hecho perder la estabilidad, la serenidad, la calma...

Y si, tienes razón, debo volver a hablar con él con claridad. Pero ahora soy yo la que no tiene claro (te lo digo en serio) si quiere algo serio con él, y sé que él, si se plantea algo conmigo, será "todo". Cuando me despedí de él hace 6 meses le dije que le deseaba, que solo quería hacer el amor con él (ni siquiera yo sabía por aquel entonces que me había enamorado). Él me respondió con un "no estoy preparado para tener una relación contigo" (Perdona.. Quién ha hablado de relación???)

En fin, será que andamos en ondas distintas, pero me da tanto miedo que me haga sufrir con su forma de ser que me niego a plantearme algo a largo plazo!

Con respecto a lo de si es o no consciente de lo que me ha hecho sufrir no lo tengo claro. Creo que si, pero me parece que no se imagina hasta cuanto. Y lo más gracioso de todo es que él también (me lo dijo) sufrió un montón al perderme..

El problema, querida Serena, es que no siento que me de la oportunidad de conocernos, de llegar a una intimidad para ir construyendo algo juntos. Tengo la impresión de que se plantea ese todo del que te hablaba, como si esperara a que yo se lo entregara todo (sin boda pero a por todas!).. ¿No es natural que desee conocerle como hombre?.. No es natural que a estas alturas de mi vida desee hacer el amor con él, sentir sus caricias, sus besos, sentir si hay una química real antes de decirle que si para los próximos 15 años? Yo solo quiero eso, un poco de espontaneidad, dejar que las cosas fluyan, no controlarlas tanto, no poner un letreo luminoso que diga "tenemos una relación" antes de hacer el amor, sobre el cabecero.. No creo que le pida tanto a un tío de 30 años en estos tiempos, no?

:-)

En fin.. Y si, me refería a que si me viera como una diosa me iría a buscarle y le pediría que me hiciera el amor.. Pero por dios, poco a poco! Conozcámonos como hombre y como mujer antes de decidir lo que podemos tener!

Yo por ahora no lo sé. Tal vez lo sepa cuando mi corazón se acelere con el contacto de su cuerpo, o cuando, por el contrario, llegue el tan esperado momento y no pase nada. Tal vez sea eso, también por mi parte.. El miedo a que, finalmente cuando me toque, no sienta nada..

Y si, él tiene derecho a seguir teniendo sus razones para temerme, y para no confiar del todo en mi. No seáis duros conmigo, no me juzguéis en exceso.. Pero yo sigo estando con esa otra persona de la que os hablaba y él lo sabe...

Ufff! Serena, eres otra voz de mi conciencia. Nuestra historia es mucho más complicada de lo que reflejo aquí, madre mia! Ya iré desgranando las cosas poco a poco..

En realidad, todo habría sido más sencillo si nunca nos hubiéramos conocido, pero creo que el destino nos lo sirvió en bandeja, qué le vamos a hacer..

mAlicia dijo...

No te preocupes, mujer! Si tienes razón, las cosas nunca son en blanco y negro, y en nuestro caso hay tantos matices!!

Por cierto, escribo desde un portátil. ¿Por qué lo dices? (ahora soy yo la que tiene curiosidad)

:-)

No te preocupes, no me molestas con tus comentarios. Es más, me haces reflexionar!

Ah! Una última duda! Cuando dices: "¿No comprende que el sufrimiento, tan pavoroso para él, puede venir por el hecho de perderte?" te refieres a él mismo, o a mi (y en realidad querías decir "no comprendes")?

Aimmsss. Cuantas cosas..! Y yo que solo quiero saber lo que siente mi corazón, y lo que siente el suyo..

Un beso de buenas noches, y gracias por la canción. Ahora mismo la escucho!

Unknown dijo...

A verrrr, por partes, como dijo Jack...

Con mis dos primeros párrafos me refería a que si yo estuviera en el puesto de él, jamás habría dado pie a una situación como ésa. Es decir, ¿de qué, oiga, de qué me iba a yo a meter en una cama con mi mejor amigo por el que siento algo (no sabemos qué), que está con otra persona, y me iba a dejar acariciar??? Y todo esto, señores, pa luego na...

¿Sabes? Es un poco en plan, compro pan, saco el jamón de la nevera, abro el pan, coloco el jamón dentro, me hago el bocadillo... y luego me voy a ver la tele.

En todo caso, si yo estuviera en su situación, si me sintiera atraída por mi mejor amigo y supiera que él tiene otra relación, que es un poco sinvergüenza (en tu caso, dices que él piensa que eres coqueta), que solamente quiere de mí lo que quiere... lo que haría sería distanciarme de él para que no me hiriese. No me abrazaría a él en una cama de una habitación de hotel (qué romántico, no me digas...).

No sé si esa parte ha quedado clara.

Comprendo perfectamente lo que siente él con respecto a querer todo. Porque si yo doy todo, lo quiero todo. Sé que quizás a algunas personas les resulte difícil de comprender. Pero lo mío es mío y lo de los demás, allá cada uno.

Aunque también comprendo perfectamente que tú necesites saber antes qué sientes con él. Porque menudo chasco si al final no te entrase ni frío ni calor. Aunque, desde ya, si algún día pasa algo... no seas demasiado dura juzgándolo la primera vez. Porque con siete años de espera... igual termina antes de empezar.

No, pero ya en serio. En realidad, lo que me pregunto es qué le ofreces tú a él. ¿Una noche de sexo sin compromisos, a ver qué tal? ¿Podrías seguir siendo su amiga después de que te hubiera encantado y a él haberlo decepcionado terriblemente? Porque sí, puede ser que la que no sientas nada seas tú. Pero... ¿te imaginas que fuese al contrario? ¿Arriesgas tu "mejor amistad" por una sesión de sexo de incierta calidad?

Y luego está tu pareja a ojos del mundo... ¿Qué sabe de todo esto? ¿Realmente te sentirías cómoda si tuvieras algo con "Ese punto" y luego volvieras a casa con el oficial, mientras te piensas si te gustó o no el amor italiano? ¿Cómo te sentirías tú si estuvieras en el lujar de tu mejor amigo? O sea, él te propone sexo, pero que luego se va a volver a casa con su chica. ¿Qué haces? ¿Si te apetece, dices que sí y si ese día estás cansada, dices que no?

Mira, sé que estoy siendo dura, sé que soy una cabrona en realidad. Pero te estoy hablando como hablaría a una de mis amigas. Y la verdad es que me puedo sentir más identificada con la personalidad de él que, quizás, con la tuya. Porque es cierto que si yo me enamorase de un mi mejor amigo (Dios me libre) y él estuviera con alguien más y solo buscase sexo conmigo para ver qué tal le parecía, en plan "muestra" como los detergentes... me sentiría fatal y me crearía una inseguridad espantosa. Y si esa inseguridad ya viene de serie... pufff.

No pienses que te estoy diciendo todo esto como una crítica, por favor. Nada más lejos de mi intención. Cuando alguien me cuenta este tipo de cosas, siempre me pongo de parte de la otra persona e intento comprenderla, intento comprender el papel y la postura de todos los que intervienen en la historia (deformación "casi" profesional).

Con lo del sufrimiento, me refería al que él te hace pasar a ti. Pero si me preguntas eso, aprovecho y digo: ¿es que crees que tú le has hecho sufrir con tus juegos? ¿Crees que en algún momento él estuvo en tu misma situación y encontró en ti a alguien que no se decidía, aunque todo esto no fuera de manera explícita?

Ah! Y... lo del portatil, jeje... Es por (perdón, perdón, perdón) las erratas que cometes al escribir. Joé, de ésta me expulsas del blog. Digamos que mi mierda de trabajo, hasta que consiga seguir haciendo lo mismo pero en plan bien y guay, consiste en algo que tiene que ver con eso. Y no te digo el qué, María Moliner, porque esta cosa ya dice hasta de dónde soy. ¡Qué poco misterio!!

Un beso para ti de buenos días y que empieces genial la semana.

Anónimo dijo...

es mi turno, pero ando en el trabajo...
hasta después!!!
jose

jose dijo...

Buenas noches, mAlicia (y Serena, supongo :)
Creo que hay más cosas en común de lo que pensaba entre tu historia y la mía. Y creo que también empiezo a entenderla mejor al igual que a ese chico. Ahora pienso (un momento, ¿quieres un café? voy a por uno...). Pienso, te decía, que entiendo las razones de ese chico. Imagino que todo lo que hace y no hace, lo que siente y no siente está condicionado por el hecho de que tienes pareja.

Desde luego que no voy a juzgarte (y menos yo, que ando tres cuartos de lo mismo); el destino hace que se nos presenten situaciones sentimentales complicadas. Creo que Serena lo ve más fácil, yo no lo veo tan claro. Me refiero a lo de no dar pie a una situación así, lo de distanciarse para no herirse o herir. No es tan simple. Creo que a veces cuando nos damos cuenta es demasiado tarde. El caso es que, una vez con una situación así encima, nos planteamos qué hacer, qué es lo que realmente queremos y qué hacer para sufrir lo menos posible o hacer el menos daño posible. ¿Porqué no lo habláis claramente? Y digo claramente, es decir, con tiempo, sin hacerlo de un tirón, dando tiempo a corregir, a decir exactamente lo que sentís y lo que queréis, ahora que estáis a tiempo.

En mi caso, cuando ella me dijo que ya no sentía lo mismo por mi y noté que se distanciaba, dejé de decirle y hablarle todo lo que sentía por ella o con ella como antes hacía (también ella me fue dando a entender con sus silencios que debía ser así), porque lo último que quería era entrometerme en su relación estable, ni hacerla sentir mal por lo nuestro, algo que para ella ya había terminado. Resultado: llevo demasiado tiempo pasándolo muy mal a ratos (supongo que también por el hecho de verla a diario y de seguir manteniendo un mínimo de relación en el trabajo con ella). Pero espero y creo que ella al menos no lo ha pasado mal. ¿Acerté? No lo sé.

Pero en realidad se trata de tener claro qué es lo buscamos y qué queremos mantener. Una relación de amistad tan especial como creo que es la tuya o como fue la mía es difícil de mantener, es un equilibrio difícil, especialmente cuando hay otros compromisos implicados. Ya ves que no lo tengo claro, no podría decirte, pero sí entiendo tu marea de sentimientos y seguramente la suya.

En definitiva, plantéate qué quieres realmente, hasta qué punto de relación y de compromiso quieres tener con él o con tu actual pareja. Y sobre todo, habladlo claramente de ello ¿no lo habéis hecho hasta ahora? Está claro que no quiere tener una relación física más intensa hasta no tener claro qué quieres tú, no sólo por miedo a sufrir si no está a lo que cree tu altura, sino por miedo a entrometerse aún más en tu otra relación, y pasar de una especie de juego que tenéis a algo serio y que ello te provoque a ti algún sufrimiento. Habladlo, habladlo, habladlo.

Ojún me explico como un libro cerrao, como siempre. Bueno, no quiero ni mirar pa´rriba, del rollazo que he soltao pa no decir na. Y el café se me enfrió.
Un beso

mAlicia dijo...

Jajajaja!

Bueno, chicos, no so preocupéis, ninguno me ha molestado ni nada por el estilo... :-)

Me gusta leer vuestras opiniones, me hacéis pensar, y mucho.

Mañana, si puedo, vuelvo a conectarme y os respondo con más tranquilidad, aunque creo que ciertas cosas se merecen un post para ellas solas..

Intentaré dejar el último "capítulo" de mi viaje mañana por aquí, y daros una respuesta, que os la merecéis.

Muchas gracias a los dos, chicos. Esto se ha convertido en un espacio de debate que me está ayudando a pensar mucho, de verdad!

Un abrazo!!!!

Madre mia, que estrés, voy a seguir trabajando!!!