jueves, 27 de noviembre de 2008

Llamada "interruptus"

Hace un rato he decidido llamarte de nuevo. Esperaba poder escuchar por fin tu voz para saber que estabas bien, tal y como pretendía el viernes pasado..

Esta vez no saltó el contestador, y tuve tiempo de oirte responder diciendo "pronto?" antes de colgar. No he encontrado el valor para mantenerme al otro lado durante más de ese par de segundos.

Tampoco ha sido realmente especial.. Tu voz no es lo que más me gusta de tí, tal vez porque la usas poco y tu inseguridad se percibe en ella, especialmente por teléfono.

Ese tono bacilante que siempre te acompaña, ha estado matizado esta vez por un pequeño toque de expectación, de ansiedad al responder. ¿O acaso me gusta imaginarlo así?

Me pregunto si habrás deseado que fuese yo la que te llamaba, o si tan solo has llegado a plantearte si era yo la que se ocultaba tras el número desconocido. Me gustaría pensar que sufres, que me añoras y que piensas en mi continuamente, y que has descolgado ese teléfono con la esperanza de que fuese yo, de vuelta a ti.

Pero no puedo pensar eso, porque la realidad seguramente es bien distinta. Probablemente no habrás pensado en mi ni una centésima parte de lo que yo he pensado en ti a lo largo de estos dos meses.

Y de nuevo, te odio por ello. Y me odio por ello.

Esta rabia puntual que me llena ha dejado de preocuparme. He comprendido que debo dejarla fluir para superar mi proceso de duelo, porque forma parte del camino natural de la recuperación, y porque tengo derecho a sentirla.

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